lunes, 24 de octubre de 2011

Pequeña muerte



La puerta ya no abre de par en par, no se escuchan los pasos que suben la escalera. Del otro lado, el humo de cientos de cigarrillos cubren las paredes llenas de fotografías de recuerdos aun no olvidados. Hace meses no se abren las ventanas, no se llena la habitación de luz; todo es oscuro, todo es indiferente.
Un plato con restos de comida, una copa de vino vacía y papeles escritos tirados por el suelo haciendo el collage perfecto de la desesperación.
El frío en las sabanas, la almohada empapada en lágrimas, y el costado de la pared resquebrajado por la humedad de las cosas inevitables. De fondo, suenan canciones de amores no correspondidos.
Debería levantarme. Debería salir. Debería.
La llamo “pequeña muerte”. Pienso que tendría que haber sido más trágico.

2 comentarios:

  1. la vida y la muerte van de la mano constanemente ...cielo o infierno tal vez existe nada mas dentro de uno...me gusta que lo saques y lo redimas asi , abrazo y te felicito!

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  2. Excelente man! me gusto mucho: "el costado de la pared resquebrajado por la humedad de las cosas inevitables".

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